Yo fui un gangster económico (GE) y forme
parte de ese cuerpo de elite de modernos pistoleros que protegen los
intereses de las grandes multinacionales y de ciertos sectores del Gobierno
estadounidense. Tenia un cargo con un nombre rimbombante
-economista jefe- y disponía de una
platilla de economistas, asesores de gestión
y analistas financieros de primera fila que realizaban unos informes
impresionantes y que parecían legítimos, aunque mi autentico trabajo consistía
en engañar al Tercer Mundo y saquearlo.
Los GE trabajan de muchas maneras, pero nuestra tarea mas común era
identificar países que tenían recursos codiciados por nuestras empresas. Luego,
seducíamos, sobornábamos y extorsionábamos a sus dirigentes para que explotasen
a su propia gente, aceptando prestamos que esos países nunca podrían devolver,
privatizando sus activos nacionales, haciendo legal la destrucción de frágiles
ecosistemas, y por ultimo vendiendo a precio de saldo nuestras empresas esos
ansiados recursos.